MANTENIMIENTO



La piscina además de una fuente inagotable de ocio y descanso es también fuente de salud y bienestar, por lo que siempre se han de seguir al pie de la letra las instrucciones dadas por los profesionales respecto a su mantenimiento. De una mala conservación o un mal uso de los productos de tratamiento pueden derivarse problemas que incluso pueden llegar a afectar no sólo al confort de los bañistas sinó también a su estado de salud. En definitiva, como propietario de una piscina recuerde siempre que el agua de su piscina ha de mantenerse en óptimo estado durante toda la temporada de baño por su seguridad y la de sus familiares.



En las piscinas que no se tratan químicamente pueden proliferar auténticas colonias de gérmenes, hongos y microorganismos nocivos, que a la larga enturbian el agua y vuelven resbaladizas las paredes de la instalación. El tratamiento físico (recirculación y filtración) es importante - no cabe la menor duda -, aunque insuficiente.

REGULACIÓN DEL VALOR pH
El valor pH se refiere al grado de acidez o alcalinidad del agua y debe mantenerse entre 7,2 y 7,6.

DESINFECCIÓN DEL AGUA
Esta operación es indispensable para eliminar el riesgo de infección y mantener el agua sana. La desinfección se puede llevar a cabo mediante la adición de cloro o cualquiera de sus compuestos, bromo, oxígeno activo, con ácido hipocloroso formado en el agua a partir de la electrólisis salina.

PREVENCIÓN DEL CRECIMIENTO DE ALGAS
Las algas son microorganismos que producen materia orgánica no deseada, y que favorecen la aparición de bacterias y hongos. El uso de medios de desinfección puede resultar insuficiente, ya que el cloro en colonias grandes de algas no puede traspasar su capa protectora. Para evitar su proliferación es necesario recurrir al uso de algicidas.

FLOCULACIÓN
La floculación elimina los residuos que se quedan flotando en el agua de la piscina y permite un posterior filtrado perfecto.




Son muchos y variados los productos y sistemas empleados para el tratamiento de aguas, por ejemplo:

El más aconsejable: ELECTRÓLISIS SALINA
Los sistemas de electrólisis salina generan cloro a partir de la sal común disuelta en el agua. La sal necesaria para su funcionamiento debe ser añadida una sola vez a la piscina en una concentración de 4 - 6 g/l (seis veces inferior a la concentración del agua del mar y similar a un suero fisiológico). Con este sistema ya no se producen molestas irritaciones en piel y ojos, ya que las cloraminas que producen estos efectos son destruidas. La desinfección es eficiente debido a la acción combinada del cloro y los otros agentes que se generan durante la electrólisis (oxígeno activo) y la propia oxidación sobre los electrodos de la materia orgánica presente en el agua. Cuando se utiliza el electrolizador de sal, las cloraminas son destruidas continuamente en la célula del electrolizador en todos los periodos de funciomamiento, varias horas al día.
Entre las ventajas de este sistema pueden destacarse las siguientes: se obtiene un agua más sana, que aporta mayor confort al bañista; el agua salada proporciona un bronceado más bello y natural porque contiene yodo entre sus propiedades, protege el cabello y no destiñe los trajes de baño, se consigue una desinfección más eficiente.

CLORO
El cloro es un producto desinfectante que se añade regularmente al agua por medio de solución química preparada a partir de cloro gas, hipoclorito, tabletas, granulado o polvo. La frecuencia de uso depende de diversos factores, como el entorno, el tamaño de la piscina, o incluso el número de personas que habitualmente se bañan en ella. Tras una tormenta, una ola de calor o una gran afluencia de bañistas, es recomendable comprobar el índice de cloro y realizar una cloración de choque preventiva.
Los productos químicos no deben adicionarse nunca directamente al agua en la piscina, deben dosificarse de forma automática, proporcional y regulada, al caudal de agua de recirculación.
El principal inconeniente de este agente desinfectante es la formación de compuestos organoclorados, como las cloraminas, responsables del olor a piscina, y con efectos que pueden molestar a los usuarios, como la irritación de ojos y mucosas.

BROMO
Como alternativa al cloro, puede utilizarse bromo, que, a diferencia de otros desinfectantes, no provoca molestias en los ojos ni en la piel. Su sustancia desinfectante es el ácido hipobromoso, que oxida la materia orgánica y destruye microorganismos y algas. El bromo siempre se añadirá en el agua con dosificador, regulando el caudal con el fin de obtener el bromo residual deseado, los valores recomendados son 1 - 3 ppm.

OZONO
El ozono es un oxidante muy potente, con un poder de esterilización 3.000 veces superior al del cloro.
El agua tratada con ozono presenta un azul realmente bonito; sin añadir ni sabores ni olores, el ozono no provoca la fermentación de productos que irriten las mucosas.

IONES COBRE - PLATA
Los iones de cobre y plata, aportados en pequeñas cantidades, destruyen los microorganismos presentes en el agua. Los iones cobre - plata consiguen llevar a cabo dos funciones: antialgas y desinfectante, y floculante. Con ello se logra mejorar la calidad del agua de la piscina con un alto grado de desinfección y limpieza, eliminando la aparición de algas, y todo ello sin la adición de ningún producto químico.

OXÍGENO ACTIVO
Es éste un oxígeno especialmente energético, que se libera en el agua a partir de un compuesto óxido especial, que consta de dos componentes: peróxido, que libera oxígeno activo, y un producto que aumenta el efecto y previene la aparición de formación de algas. Su efecto desinfectante es similar al del cloro, y no produce ni irritaciones ni olores molestos.

CARBÓN ACTIVO
El carbón activo no es un desinfectante en sí al contrario se trata de un producto capaz de retener olores y sabores del agua, incluso el cloro.
El proceso con carbón activo se lleva a cabo de la siguiente forma: el agua se bombea dentro de una columna que contiene el carbón activo, y sale posteriormente a través de un sistema de drenaje. La actividad del carbón activo depende de la temperatura y de la naturaleza de las sustancias.
Al pasar el agua a través de la columna constantemente, se produce una acumulación de sustancias en el filtro, por lo que requiere ser sustituido de forma periódica.

RADIACIÓN ULTRAVIOLETA
La aplicación de rayos UV al agua de la piscina tiene la capacidad de destruir la materia orgánica, virus y bacterias sin embargo, no se trata de un producto que pueda quedar como residual libre activo, puede decisrse que, incluso, esteriliza el agua pero, en la piscina se precisa un producto oxidante capaz de mantenerse como residual activo en el agua. Una agua filtrada eficazmente y tratada con rayos UV, es una agua que precisa dosis muy bajas de desinfectante clásico.
El tratamiento de agua por radiación ultravioleta (U.V.) es un procedimiento físico que no altera la composición química, ni añade productos químicos, ni sabor ni olor al agua. Elimina y evita la proliferación de gérmenes y bacterias, no modifica el pH del agua y no produce corrosión.
El proceso es el siguiente: después de haber sido filtrada, el aqua de la piscina atraviesa una cámara en la cual están las lámparas de rayos UV, que emiten radiación UV-C, destruyendo los virus, gérmenes, bacterias, microbios, esporas, algas...




En toda piscina pueden aparecer problemas concretos fáciles de solucionar. Y es que para cada alteración del agua existe una solución concreta. A continuación destacamos las más habituales.

AGUAS TURBIAS
Las aguas turbias en una piscina pueden causar problemas como irritación en los ojos, reducción de la efectividad del desinfectante, aumento de las tendencias incrustantes..., etc. Las aguas turbias se forman normalmente por la presencia de pH altos y alcalinidades altas; por una filtración pobre; por una serie de contralavados ineficaces, o por la formación de alga.
Para recuperar el buen aspecto del agua, es necesario equilibrar el pH; disponer de una filtración adecuada; tratar las algas si estas aparecen, añadir floculantes.

ALGAS
Las algas son plantas minúsculas que, a través del aire, se introducen en el agua de la piscina. La aparición de algas puede dar lugar a unas aguas de color verde, a superficies que se presentan resbaladizas y al deterioro del vaso. Las algas predominantes son de color verde, negras (azul - verde), de color mostaza (amarillas) o incluso de tonalidad rosácea. En cualquier caso, la solución a este problema consiste en aplicar un algicida efectivo.

FORMACIÓN DE ESPUMAS
La espuma en el agua se debe normalmente a un uso excesivo de algicidas a base de amonio cuaternario o a un exceso de residuos orgánicos procedentes de aceites solares o restos de sudor, con detergentes. En este caso la solución es más drástica; es preciso vaciar y llenar de nuevo la piscina y realizar un tratamiento de choque para eliminar los residuos orgánicos y aceites solares y con productos antiespumantes sobre todo cuando, en la piscina, hay efectos acuáticos productores de burbujas espumas...

MALOS OLORES
Los olores desagradables que aparecen en la piscina habitualmente son fruto de un exceso de cloraminas presentes en el agua o por sulfatos presentes en el agua de entrada. Si consideramos que todas las piscinas deben llenarse y rellenarse, obligatoriamente con aguas de red de suministro público, no podrán haber aguas sulfurosas, en todo caso quizás en un balneario que se trataría de aguas sin tratamiento. Además, estas aguas resultan también especialmente corrosivas.
La solución consiste en llevar a cabo un proceso de supercloración.

CALCIFICACIÓN DEL FILTRO
El filtro de arena, debido a las sales y suciedades del agua puede llegar a provocar turbiedad en el agua, así como un mayor consumo en los productos de desinfección. En el caso de que se presente este problema, es preciso vaciar el agua del interior del filtro, abrir el filtro por su parte superior y verter en su interior una solución al 50% de desincrustante (asegúrese de que esta solución cubre la carga filtrante), dejar el producto en reacción durante ocho horas aproximadamente, cerrar el filtro y realizar a continuación un intenso lavado.